lunes, 12 de marzo de 2007

Crónica de un silencio

Bajo en plaza Cataluña, como de costumbre, pero no hago el trasbordo habitual.
Camino por las calles de Barcelona, sin prisa, por una vez, sin rumbo, sin destino, sólo porque me apetece, porque hoy no quiero hacer nada mejor. Pienso.
Bajo por la Rambla, giro en Tallers. Vaya! que sorpresa, me encuentro a alguien que no veía hace años. No me hace especial ilusión, la verdad. Es más, me es indiferente ese encuentro.
Se acaba rápido la conversación, preguntas pactadas desde siempre -¿qué tal estás? ¿qué haces por aquí? ¿todo bien?- es lo que tiene cuando no tienes nada que decir ni te importa lo que tenga que contarte alguien que has coincidido 2 ó 3 veces en tu vida. Sigo pensando.
Continuo mi paseo a ninguna parte. Miro algún escaparate que viene de paso, me paro en las tiendas de instrumentos, miro, observo, pienso... Veo colgados anuncios de músicos -busco grupo, me ofrezco como, doy clases...- todos estamos igual.
Giro por no sé que calle. Que más da. Giré por esa por no girar por la anterior o la siguiente.
Me encuentro con una tienda de percusión. Lástima, está cerrada.
Sigo recto y vuelvo a cruzar la Rambla, llego al Portal de l'Àngel, bajo y vuelvo a subirlo nuevamente y otra vez llego a la Rambla. Y una vez más no dejo de pensar.
Subo. En el trayecto hay dos hombres desnudos creando espectación entre las personas que allí miran. No me paro, hoy no me interesa lo que tengan que decirme. Quizás hacian una campaña contra las pieles o ves a saber qué. Curiso. Diez metros más y un hombre me ofrece un abrigo de piel -no, gracias- y sonrío.
Llego al Fnac, entro y me voy directa a la sección de jazz. Me paso más de una hora en el mismo pasillo. Hay tanto que escuchar, tanto que conocer...
Finalmente de toda la selección elijo el cd que pasará la noche en mi casa.
Paso por la sección de bso, una mirada rápida. Pop-rock, heavy, flamenco y llego al blues.
Echo un vistazo y me quedo con ganas de llevarme uno. Sigo mi camino , oldies, crooners, entre otros, veo un vinilo de los Beatles. Pienso. Sigo y veo un poster de "The blues brothers". Sigo pensando.
Recibo una llamada -voy para allí-. Espero en plaza Cataluña sentada en un banco, con el sol en la cara y leyendo uno de la multitud de periódicos que dan en el metro. Ahora está de moda regalarlos.
Hacemos un par de viajes para mirar una cosa que no cuentro.
Finalmente volvemos a Badalona pero nos vamos al centro. Me tomo un cortado en un bar en frente de la estación, al lado de la playa. Hablamos de la vida e intentamos arreglar el mundo, sin conseguirlo, obviamente. Llegamos a la conclusión, como otras tantas veces, que sólo el tiempo pone las cosas en su sitio.
Volvemos, me lleva a casa -gracias por venir- le digo. -Que va- dice. Quería decir -gracias por estar- sonríe y yo sigo pensando.
Llego a mi casa a la hora de siempre como si de una mañana normal se hubiera tratado.
No me siento orgullosa de mí, hoy. Fui en contra de mis principios, fui cobarde...¿y?, pero no traicioné mi alma.
Mañana volveré a empezar.

No hay comentarios: